Han sido momentos inolvidables, momentos en los que el frio de la Madrugada sevillana, el Sol mañanero, los metros y metros andados, las horas y horas de espera... y un sin fin de cosas, se quedan atrás para dejar sitio a la experiencia vivida, mi primera Semana Santa en Sevilla, a las risas por motivos distintos, eh Miguel tu si que has sentido la Semana Santa en tus carnes, jeje...
Sois unos amigos de los GRANDES de los que se pueden poner en mayúsculas, y encima compañeros de nuestra afición y de nuestra pasión y creencia en el AMOR y en el AUXILIO, compañeros de fatigas y de esa experiencia a la que el Señor os ha llamado y vosotros sois partícipes, por eso desde aqui GRACIAS, siempre estareis en mi corazón.
Os dejo una foto de después de la estación de penitencia de nuestra pro-Hermandad el Jueves Santo, con nuestro Cristo del Amor.

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