Montevideo inauguró hace casi año y medio una casa dedicada a la que considera como su fiesta mayor
En Montevideo se vive el Carnaval a fondo. Al igual que en Cádiz es la principal fiesta de la ciudad. Durante la madrugada en cualquier canal televisivo aparece una de las murgas cantando en lo que ellos también llaman tablaos, aunque al no ser andaluces le ponen la 'd'. Sin embargo, muchos de los montevideanos no conocen apenas nada del Museo del Carnaval de Montevideo, lugar que fue escenario del hermanamiento entre la capital uruguaya y Cádiz. Los periodistas gaditanos fuero testigos del desconocimiento ni siquiera del sitio del Museo, pese a que alguno se consideraba un gran experto en el tema de las murgas.
Frente por frente al puerto, en una nave de algo más de 1.000 metros cuadrados, que un futuro próximo se va a multiplicar por tres, se encuentra el Museo del carnaval montevideano. Podía haber estado allí como en cualquier otro lugar, al contrario de lo que ocurrirá en Cádiz, que se ha elegido el corazón de La Viña, el barrio carnavalero por antonomasia para hacer la Casa Museo del Carnaval.
El edificio del Museo montevideano no es nada singular y salvo un par de máscaras que hay fuera, nada haría posible adivinar que eso se encuentra allí. Por todo ello se puede explicar el desconocimiento que tienen los uruguayos de este centro.
Dentro, lo que se puede ver es una nave diáfana separada por tabiques para dividir las distintas temáticas de la exposición. Asimismo, después hay una sala que en esta ocasión está dedicada a Juan Mascheroni, uno de los principales sastres de las últimas décadas en las murgas uruguayas, con muchos de los tipos que ha diseñado.
El Museo del Carnaval montevideano es joven, ya que abrió sus puertas en noviembre de 2006, y como asegura su director Eduardo Rabelino, "intenta conjugar tanto la historia como las distintas tendencias actuales".
En este sentido, dentro de la parte retrospectiva se puede ver el cuadro de 'La Gaditana que se va', ese grupo de Cádiz que vino a Montevideo a actuar en los primeros años del siglo XX a una obra de teatro o zarzuela y que se quedó sin dinero para volver. El mito dice que para subsistir y conseguir dinero para la vuelta, cantaron coplas de Carnaval. Ahí es donde se marca el inicio de las murgas uruguayas que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo hasta lo que es hoy, por ejemplo, 'Araca la Cana', el grupo de Catusa Silva. En la exposición también se incluyen los últimos disfraces o tipos del último año y hay un espacio dedicado al candombe, que es la manifestación en el Carnaval de los afrodescendientes.
Pero la actividad del Museo del Carnaval es cambiante, ya que hacen exposiciones que se van cambiando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, una de las que se está preparando es la de la tradición de los tablados, que son los lugares repartido por los distintos barrios donde se producen actuaciones carnavalescas, de una manera similar a la de Cádiz.
Rabelino asegura que el Carnaval es la fiesta mayor de Montevideo y, al igual que en Cádiz, cuenta con un concurso de agrupaciones carnavalescas, aunque éste llega a durar 40 días. Además, el Carnaval cuenta con dos grandes desfiles: uno en el que salen más de 50 murgas y el denominado de llamadas, que es donde participan los grupos de candombe.
No obstante, la actividad del museo sale de sus puertas y, como muestra, han realizado una exposición en Valparaíso (Chile), con quien les une una situación de hermanamiento, al igual que con Cádiz. También ha habido muestras por otros lugares de la República Oriental de Uruguay y han iniciado la recuperación también de carrozas alegóricas para los desfiles, algo que se había perdido con el paso de los años.
Rabelino está perfectamente informado de la intención en Cádiz de hacer un museo del Carnaval en La Viña, ya que hace unos meses tuvo una reunión con Vicente Sánchez, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz durante el hermanamiento entre la murga de Catusa y la comparsa de Juan Carlos Aragón, 'Araka la kana'
fuente diariodecadiz
En Montevideo se vive el Carnaval a fondo. Al igual que en Cádiz es la principal fiesta de la ciudad. Durante la madrugada en cualquier canal televisivo aparece una de las murgas cantando en lo que ellos también llaman tablaos, aunque al no ser andaluces le ponen la 'd'. Sin embargo, muchos de los montevideanos no conocen apenas nada del Museo del Carnaval de Montevideo, lugar que fue escenario del hermanamiento entre la capital uruguaya y Cádiz. Los periodistas gaditanos fuero testigos del desconocimiento ni siquiera del sitio del Museo, pese a que alguno se consideraba un gran experto en el tema de las murgas.
Frente por frente al puerto, en una nave de algo más de 1.000 metros cuadrados, que un futuro próximo se va a multiplicar por tres, se encuentra el Museo del carnaval montevideano. Podía haber estado allí como en cualquier otro lugar, al contrario de lo que ocurrirá en Cádiz, que se ha elegido el corazón de La Viña, el barrio carnavalero por antonomasia para hacer la Casa Museo del Carnaval.
El edificio del Museo montevideano no es nada singular y salvo un par de máscaras que hay fuera, nada haría posible adivinar que eso se encuentra allí. Por todo ello se puede explicar el desconocimiento que tienen los uruguayos de este centro.
Dentro, lo que se puede ver es una nave diáfana separada por tabiques para dividir las distintas temáticas de la exposición. Asimismo, después hay una sala que en esta ocasión está dedicada a Juan Mascheroni, uno de los principales sastres de las últimas décadas en las murgas uruguayas, con muchos de los tipos que ha diseñado.
El Museo del Carnaval montevideano es joven, ya que abrió sus puertas en noviembre de 2006, y como asegura su director Eduardo Rabelino, "intenta conjugar tanto la historia como las distintas tendencias actuales".
En este sentido, dentro de la parte retrospectiva se puede ver el cuadro de 'La Gaditana que se va', ese grupo de Cádiz que vino a Montevideo a actuar en los primeros años del siglo XX a una obra de teatro o zarzuela y que se quedó sin dinero para volver. El mito dice que para subsistir y conseguir dinero para la vuelta, cantaron coplas de Carnaval. Ahí es donde se marca el inicio de las murgas uruguayas que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo hasta lo que es hoy, por ejemplo, 'Araca la Cana', el grupo de Catusa Silva. En la exposición también se incluyen los últimos disfraces o tipos del último año y hay un espacio dedicado al candombe, que es la manifestación en el Carnaval de los afrodescendientes.
Pero la actividad del Museo del Carnaval es cambiante, ya que hacen exposiciones que se van cambiando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, una de las que se está preparando es la de la tradición de los tablados, que son los lugares repartido por los distintos barrios donde se producen actuaciones carnavalescas, de una manera similar a la de Cádiz.
Rabelino asegura que el Carnaval es la fiesta mayor de Montevideo y, al igual que en Cádiz, cuenta con un concurso de agrupaciones carnavalescas, aunque éste llega a durar 40 días. Además, el Carnaval cuenta con dos grandes desfiles: uno en el que salen más de 50 murgas y el denominado de llamadas, que es donde participan los grupos de candombe.
No obstante, la actividad del museo sale de sus puertas y, como muestra, han realizado una exposición en Valparaíso (Chile), con quien les une una situación de hermanamiento, al igual que con Cádiz. También ha habido muestras por otros lugares de la República Oriental de Uruguay y han iniciado la recuperación también de carrozas alegóricas para los desfiles, algo que se había perdido con el paso de los años.
Rabelino está perfectamente informado de la intención en Cádiz de hacer un museo del Carnaval en La Viña, ya que hace unos meses tuvo una reunión con Vicente Sánchez, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz durante el hermanamiento entre la murga de Catusa y la comparsa de Juan Carlos Aragón, 'Araka la kana'
fuente diariodecadiz
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